CONOZCA A CARL R.
Hace cuatro años, Carl se encontraba en un matrimonio extremadamente tóxico que destruyó su mente, cuerpo y alma. La situación se volvió tan grave que terminó recibiendo tratamiento en un centro de salud mental durante 10 días. Cuando salió, se encontró sin hogar, sin trabajo y sin saber qué hacer a continuación. Después de un mes de sentirse desanimado, se dio cuenta de que la vida le estaba ofreciendo una “nueva oportunidad”, una oportunidad de reconstruirse, empezar de nuevo y fortalecer su mente, cuerpo y alma. Primero se reconectó con su espiritualidad, lo que ayudó a sanar su alma. Y como Carl ya estaba recibiendo tratamiento para su salud mental, sabía que su mente estaba bien cuidada. El tercer aspecto de su “nueva oportunidad” fue su salud física: su cuerpo. En ese momento, Carl pesaba 142 kilos y quería volver al gimnasio, pero no veía la manera de poder permitírselo. Estaba durmiendo en el sofá de sus casas o viviendo en su coche y solo podía trabajar a tiempo parcial. Fue entonces cuando un amigo le habló del programa de becas de la YMCA.
Al principio, Carl dudó porque estaba acostumbrado a ser autosuficiente y le daba vergüenza buscar ayuda financiera. Se sintió cohibido cuando visitó la YMCA para solicitar una beca, pero se sintió aliviado cuando el personal de la recepción lo hizo sentir bienvenido y cómodo. Después de que le aprobaran la beca de membresía, Carl pudo poner en práctica la parte final de su “reinicio” y mejoró su salud física y su estado físico en la YMCA. Usó el gimnasio y la piscina para hacer ejercicio, el spa para relajarse y, a veces, simplemente vino a ducharse. También sintió un sentido de comunidad en la YMCA e incluso se encontró con algunos viejos amigos.
Gracias a una dieta saludable y al ejercicio, Carl logró perder 54 kilos. “Sentirme mejor con respecto a mi aspecto aumentó mi confianza en mí mismo y me permitió seguir adelante con mi vida”, afirma Carl. Hoy en día, lleva un estilo de vida más saludable, tiene amistades sólidas, una casa y un trabajo de tiempo completo, y actualmente está trabajando para terminar su maestría en trabajo social.
“Gracias al programa de becas de la YMCA, pude poner mi cuerpo en el mejor estado en el que había estado durante décadas. Le debo a la YMCA una deuda de gratitud por ofrecer este programa de becas a personas como yo que necesitan la ayuda necesaria para recuperarse. Si no hubiera tenido esa oportunidad, no sé cómo habría podido dar los siguientes pasos en mi vida”.
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Todos los días escuchamos historias increíbles sobre cómo la vida de las personas ha cambiado gracias a la YMCA. Queremos poder compartir esas historias poderosas. Todos los días, nuestros miembros y participantes del programa nos inspiran con las cosas extraordinarias que están haciendo para fortalecerse espiritual, mental y físicamente. ¡Escuche a aquellos cuyas vidas han sido impactadas por la YMCA y conozca la esperanza, la fortaleza y la determinación de nuestra comunidad!
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